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Los satélites irregulares de Saturno, fragmentos de colisiones
Víctor R. Ruiz

Mira, la estrella cometa

Los satélites de Saturno

Saturno, el Señor de los
Anillos
, posee seis grandes satélites. Titán, fue descubierto en
1655 por Christian Huygens, 45 años después de que Galileo descubriera
que, al igual que el Sol, Júpiter también poseía cuatro cuerpos
celestes orbitando a su alrededor. Titán posee 2500
km de diámetro y es la luna más grande del Sistema Solar, después de
Ganímedes (Júpiter).

El resto de los grandes satélites de Saturno son bastante más pequeños
y fueron descubiertos posteriormente por Cassini (Japeto, Rhea, Dione
y Tethis) y Herschel (Encelado). Sus diámetros van desde los 760 km de
Rhea a los 260 de Encelado.

Sin embargo, no son éstos los únicos satélites descubiertos de
Saturno. Tanto éste como Júpiter poseen una corte de lunas, aunque
muchos de ellos son pequeñas rocas o cuerpos helados. Los astrónomos
creen que gran parte de estos cuerpos son cometas capturados cuando
pasaban cerca de los gigantes planetarios. Hasta la mitad del siglo XX
se llegaron a descubrir 10 lunas.

Gracias al paso de las Voyager I y II en los años 80, se descubrieron otros ocho pequeños
satélites con ayuda de las imágenes enviadas por la sonda. No son
pocas las investigaciones que se han llevado a cabo con éstas para
detectar nuevos satélites, pero su verificación era difícil debido a
su poco diámetro y brillo.

Las nuevas lunas

Para descubrir los nuevos satélites de Saturno, el equipo
internacional de astrónomos (de Francia, Canadá y EEUU) ha usado una
batería de pequeños y grandes telescopios. Con ellos, han conseguido
determinar con éxito la órbita de al menos doce lunas. Estos
descubrimientos fueron anunciados a finales del año 2000 en las circulares
de la Unión Astronómica
Internacional
.

Para detectar a los nuevos satélites, se obtienen imágenes mediante
cámaras digitales de los alrededores de Saturno. Como Saturno se mueve
alrededor de las constelaciones, aunque ligeramente, es fácil
distinguir entre aquellos cuerpos celestes que orbitan a Saturno y los
que no (como estrellas, asteroides o cometas). Obteniendo la posición
con respecto a Saturno día tras día, se determinan finalmente las
órbitas.

Comparando las órbitas, algo que les llamó la atención a los
científicos fue que todas eran irregulares. Casi todos los satélites
del sistema solar orbitan de forma circular muy cerca del plano
ecuatorial de su planeta. Sin embargo, estos doce nuevos cuerpos
orbitan en elipses y bastante alejados del plano ecuatorial de
Saturno.

Los satélites forman cuatro grupos. El primero está compuesto por
cuatro satélites con órbita retrógada (gira en sentido contrario a la
rotación de Saturno). Otro satélite, orbita de forma aislada, también
retrógradamente. Finalmente, los siete restantes forman dos grupos de
órbita prógrada (en el mismo sentido que la rotación de Saturno).

Esta situación no es completamente nueva. En Júpiter ya se habían
identificado anteriormente agrupaciones de satélites retrógados y
prógrados.

El origen de los satélites en los grandes planetas

¿Por qué comparten características estos satélites irregulares? ¿Acaso
tienen un origen común? Según explican en el artículo de Nature, la conclusión a la que han
llegado tras el estudio de «la distribución orbital de todas las lunas
irregulares de los planetas gigantes es la de que estas lunas son
fragmentos de otros satélites más grandes que se rompieron debido a
impactos de asteroides o cometas una vez que el planeta ya se había
formado». Es más, estos autores proponen una teoría que explicaría
tanto el origen de los satélites regulares como de los irregulares.

  • Hace 4500 millones de años, los planetas gigantes estaban
    rodeados por una burbuja de gas.

  • Esta burbuja de gas es la responsable de la captura de las lunas
    irregulares, de entre 10 y 100 km.

  • Los planetas rocosos y pequeños que no tenían esa burbuja, no
    pudieron capturarlas.

  • El mecanismo de captura a través de la burbuja no era efectiva
    con los «planetésimos» más grandes, que no eran frenados de forma
    apreciable.

  • Tras colapsar el material de la burbuja en el planeta, cesó el
    proceso de captura de satélites.

  • Desde entonces, las lunas irregulares están continuamente
    expuestas a bombardeos por cometas que pasen cerca.

  • Por tanto, las fragmentaciones de las lunas irregulares han
    ocurrido en cualquier momento, desde hace 4500 millones de años, hasta
    hoy.

  • El número de grupos de satélites indica cuántos impactos han
    ocurrido.

No cabe duda que para confirmar estas tesis los científicos sacarán
mucho partido de las nuevas observaciones que realizarán en los
planetas gigantes en busca de nuevos satélites.

Más información

Satélites de saturno