El Gigante
Saturno es un planeta gaseoso, compuesto principalmente por hidrógeno y helio. Es tremendamente parecido a Júpiter, su hermano mayor. Da una vuelta alrededor del Sol en 29 años y gira alrededor de sí mismo cada 10h 14m. De hecho, esta rápida rotación es la responsable de que el planeta no sea redondo, sino achatado.
El volumen de Saturno es tal que en su interior podrían caber nada menos que noventa y cinco Tierras, pero en comparación tiene poca masa, por lo que de existir una piscina de sufiente tamaño, Saturno flotaría en el agua.
Saturno y la historia
Saturno se puede localizar a simple vista y es conocido desde la antigüedad como una de las cinco «estrellas errantes» que se movía entre las constelaciones.
La primera persona que pudo observarlo a través de telescopio fue Galileo, quien inventó este instrumento en 1609. Galileo era tremendamente mañoso y obtenía lentes de calidad óptica escepcional, pero los aumentos de sus aparatos no eran lo suficientemente grandes para distinguir los anillos. Así, desde que Galileo Galilei lo observara por primera vez, y otros siguieran su ejemplo, Saturno fue descrito como tricorpóreo.
El Anillo Invisible
Galileo escribió las siguientes líneas en julio de 1610:
«Trátese de que la estrella Saturno no es una sola, sino un agregado de tres que casi se tocan y que nunca se mueven o mudan entre sí»
Dos años más tarde, Galileo observó que los «satélites» habían desaparecido como por arte de magia. En 1655, Christian Hyugens desarrolló una técnica mejorada para pulir los oculares y lentes del telescopio y así descubrió la primera y más grande luna de Saturno, Titán. Siguiendo la evolución del satélite, Huygens descubrió que en realidad:
«Saturno está ceñido por un anillo plano, que no lo toca en ninguna parte y se inclina con respecto a la eclíptica».
Ya en 1675, Giovanni Cassini observó un hueco dentro del anillo de Saturno, que lleva su nombre.
La razón de la aparición y desaparición de los satélites apuntada por Galileo es la inclinación de su órbita con respecto a la de la Tierra y también la de su eje. Saturno da una vuelta cada 30 años alrededor del Sol. Dependiendo de su situación, podemos ver los anillos de canto o con una gran perspectiva. Esto es lo que muestra la imagen obtenida por el Telescopio Espacial Hubble.
La familia de Saturno
Los anillos son pequeñas rocas y hielos que giran alrededor de Saturno. El anillo es estable porque los pequeños satélites mantienen a las partículas en su órbita: son las lunas pastoras (Shepherd moons). El grosor del anillo es de alrededor de 1 kilómetro.
Saturno es el planeta al que se le han descubierto más lunas, alrededor de una veintena. Aunque la mayoría se fueron vistas por primera vez por las sondas Voyager, el Telescopio Espacial Hubble se ha adjudicado algun que otro tanto hace tres años, cuando los anillos de Saturno se vieron de canto y era más fácil detectarlos. De las lunas más grandes que tiene este planeta, todas son distintas y encierran intrigantes misterios. Febe gira en sentido contrario que el resto de los satélites. Japeto, es oscuro por una cara y brillante por otra. Mimas, tiene un cráter que no se sabe cómo no se rompió por el impacto. Encelado es el cuerpo más reflectante del Sistema Solar. Jano y Epimeteo intercambian sus órbitas cada cuatro años. Y por supuesto Titán, con tantos compuestos orgánicos que es el lugar donde más probabilidad de vida hay después de la Tierra: atmósfera de Nitrógeno y nieve y lluvias de metano.
Más información
- Imagen y nota de prensa sobre esta fotografía del Telescopio Espacial Hubble.
- Misión Cassini-Huygens a Saturno (JPL-NASA, en inglés).