Las actividades del Año Internacional de la Astronomía continúan su marcha por todo el mundo. Y el Telescopio Espacial Hubble no se iba a quedar atrás. En el proyecto Próximo descubrimiento del Hubble – Tú decides permitirá que los internautas seleccionen qué objeto celeste observará el telescopio espacial. La imagen ganadora se publicará entre el 2 y el 5 de abril coincidiendo con el maratón del AIA «100 horas de astronomía». Las votaciones se deben realizar antes del 1 de marzo.
Los objetos
1. NGC 6634: Región de formación estelar. NGC 6634 es una región donde están naciendo estrellas. Son gigantes nubes de gas y polvo interestelar. Las nubes se colapsan, se condensan y forman miles de estrellas. Estas nuevas estrellas emiten radiación y hacen brillar al gas de la nube. La nebulosa está situada a 5500 años luz de distancia y en el cielo puede encontrarse en la constelación del Escorpión.
2. NGC 6072: Nebulosa planetaria. NGC 6072 es una nebulosa planetaria. Las nebulosas planetarias no tienen que ver con los planetas, y solo deben su nombre a razones históricas. En realidad son las capas exteriores de estrellas de tipo solar en las últimas fases de su vida, lanzadas al espacio. En el centro de la nebulosa planetaria se encuentra el núcleo de su estrella progenitora. La nebulosa puede encontrarse también en la constelación del Escorpión.
NGC 40: Nebulosa planetaria. NGC 40 es otra nebulosa planetaria conocida coloquialmente como la Nebulosa de la Pajarita. Fue descubierta en 1788 por William Herschel. Se encuentra en la constelación de Cefeo a unos 3500 años luz del Sistema Solar.
4. NGC 5172: Galaxia espiral. Esta galaxia espiral posee más de 100 mil millones de estrellas y grandes nubes de polvo y gas. La galaxia tiene forma de disco con brazos espirales, como un molinillo de viento. En los brazos espirales. En los brazos espirales las nubes de gas y polvo colapsan y crean nuevas estrellas.
5. NGC 4289: Galaxia de canto. Otra galaxia espiral, esta vez vista de canto. Los brazos espirales no son visibles, solo el delgado disco de la galaxia, donde se pueden ver las nubes de polvo oscuras. La galaxia se encuentra en el cielo en la constelación de Virgo.
6. Arp 274: Galaxias en interacción. Arp 274 está compuesto por al menos un par de galaxias, aunque podrían ser tres. Debido a su atracción gravitatoria mutua, están comenzando a interaccionar. Las galaxias aún conservan su estructura espiral, pero son visibles algunas distorsiones producidas por la gravedad. Se cree que las galaxias aumentan de tamaño mediante fusiones. Durante estas fusiones las nubes de gas de las galaxias colisionan y se crea un gran número de estrellas. El objeto fue descubierto en 1793 por William Herschel y se encuentra en la constelación de Virgo.
La decisión de los expertos
Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.
«He votado por el objeto número 1, NGC 6634, la región de formación estelar (en el momento de hacerlo estaba en segundo lugar, detrás de la colisión de galaxias Arp 274; personalmente creo que ganará, lo cual ha sido también una razón para votar a otra. Así somos algunos humanos). En cualquier caso, cualquiera de los objetos es interesante, y en todos los ámbitos el Telescopio Espacial Hubble ha marcado un antes y un después. Pero me he decidido por una región de formación estelar por tres razones. En primer lugar, lo personal: trabajé hace más de 20 años en evolución estelar, precisamente en temas relacionados con las últimas fases de formación estelar.
» En aquella época, el trabajo iba avanzando mucho, especialmente gracias a los datos que provenían de rangos como el infrarrojo y el ultravioleta. La otra razón tiene que ver con el papel del Hubble en toda esta parte de la astrofísica, y es que sus imágenes y las observaciones detalladas de las regiones de formación estelar han sido una verdadera bomba. Ha permitido disponer de datos con los que realizar modelos complejos de la física estelar y protoestelar, relacionando campos antes separados, que tienen que ver con eyecciones de materia, formación de discos protoplanetarios… Y eso me lleva a la tercera razón, también personal. Ayer, en el acto de inauguración del Año Internacional de la Astronomía en España, en Madrid, en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, coincidí con uno de los astrofísicos más activos en la investigación y en la divulgación, Benjamín Montesinos. Fue profesor mío y luego colaborador, y siempre amigo. Y él trabaja precisamente en esas fases finales de la formación de estrellas que se da en regiones como la que se propone observar. Cuando él habla de esos objetos que forman discos, de cómo a partir de los datos con gran detalle de los telescopios se puede afinar tanto cada modelo teórico, reconoces que la investigación astrofísica sigue teniendo ese atractivo del descubrimiento de un territorio nuevo y sorprendente».
Ángel R. López Sánchez, astrofísico del Australia Telescope National Facility.
«He votado por el objeto número 6, Arp 274. Las galaxias no suelen encontrarse aisladas sino en pequeños grupos o parejas de galaxias. En estos lugares, las interacciones entre galaxias independientes no es rara, aunque estas interacciones no suelen ocurrir entre galaxias grandes. Sin embargo, esto no es lo que ocurre en la peculiar pareja de galaxias espirales que constituye Arp 274. La estructura espiral de las galaxias desaparece poco tiempo después de que comienze la interacción, borrada por las potentes fuerzas de marea. A la vez, la compresión del gas dispara una alta actividad de formación estelar. La peculiaridad de Arp 274 es que la interacción está comenzando ahora: aún se aprecian bien los brazos espirales, aunque aparecen claras distorsiones en sus partes más externas. El proceso final de fusión de dos galaxias espirales termina siendo una galaxia elíptica masiva, pero hay muchos detalles de las interacciones de galaxias que aún no se comprenden bien. Los problemas incluso son más grandes al comparar los modelos y las simulaciones numéricas con las observaciones. En realidad, para unir todas las piezas del puzzle son necesarias observaciones en muchas frecuencias (ultravioleta, óptico, infrarrojo y radio), pero el conocimiento de la componente estelar de las galaxias y las regiones donde nacen las estrellas se consigue básicamente con observaciones profundas en el rango óptico, donde el Telescopio Espacial Hubble tiene su mayor potencial.
Entrando en detalle, las observaciones profundas en filtros anchos del visible (U, B, V, R, I) permitirían conocer las poblaciones de estrellas (jóvenes/viejas) en cada galaxia. Además, resolverían detalles en las partes exteriores, e incluso objetos candidatos a ser galaxias enanas de marea, material sintetizado en las galaxias padre y expulsado al medio intergalácticos por las intensas fuerzas gravitatorias. Estas imágenes también permitirían comprobar si, como algunos astrónomos piensan, se trata de un sistema de tres galaxias en interacción y no sólo dos. Imágenes en el filtro estrecho de Hα permitirían distinguir las zonas donde las estrellas están naciendo, estimar a qué ritmo aparecen, y cuál es la edad del brote más reciente de formación estelar. Observaciones en filtros anchos del infrarrojo cercano (J, H, K) combinadas con observaciones en visible permitirían estimar muy bien la extinción (oscurecimiento) de la luz por el polvo asociado a las regiones de formación estelar.
En resumen, unas observaciones profundas de Arp 274 obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble darían mucha información sobre el primer fotograma de un proceso que convierte galaxias tipo espiral ricas en gas, y donde nacen continuamente nuevas estrellas, en galaxias elípticas sin gas y sin formación estelar. Según los modelos cosmológicos de materia oscura fría, este proceso ha tenido una importancia vital para la evolución de las galaxias desde el comienzo del universo. Tal es así que no hay que olvidar que nuestra propia Vía Láctea interaccionará con la Galaxia de Andrómeda en unos 6000-8000 millones de años, originando un objeto similar a lo que vemos hoy día en Arp 274».
Daniel Marín, astrofísico y divulgador científico:
«En un principio me decidí por Arp 274, ya que me fascinan los procesos de interacción entre galaxias. Sin embargo, al final he votado por la nebulosa planetaria NGC 40. Las nebulosas planetarias se forman cuando las estrellas de masa media (entre 1 y 8 veces la masa solar) llegan al final de su vida expulsando sus capas exteriores. En el centro queda una enana blanca (con una masa entre 0,5 y 1 masas solares) que, debido a su alta temperatura, ioniza las capas exteriores, ofreciendo una gama de colores que caracteriza a este tipo de objetos y los hace especialmente atractivos para los astrónomos aficionados
» La estrella empieza a expulsar las capas exteriores cuando entra en la fase de gigante roja (técnicamente denominada rama AGB en el diagrama H-R). Esta muda estelar comienza cuando se desprenden las capas de forma esférica a velocidades de 10-20 km/s. A medida que la estrella abandona su condición de gigante roja para evolucionar a enana blanca, los vientos estelares aumentan su intensidad, alcanzado 1000 km/s. Además se rompe la simetría de emisión de vientos y se forman chorros (jets) de emisión a partir de los polos de la estrella. El vendaval de partículas de alta energía colisiona con las capas expulsadas anteriormente, que se desplazan a menor velocidad, produciendo una onda de choque. Esta onda de choque da forma a la estructura visible de la nebulosa planetaria.
» NGC 40 alberga en su interior una estrella central de tipo Wolf-Rayet que emite estos característicos vientos estelares de más de 1000 km/s. Esta nebulosa ha sido observada por el Telescopio Espacial Chandra, entre otros instrumentos, revelando que la emisión en rayos X proviene de una burbuja de forma casi esférica ocasionada por la interacción de los dos tipos de vientos. Esta estructura es completamente distinta a la observada en otras nebulosas planetarias en otros estados de formación, marcadas por la presencia de chorros de material que conforman distintas nebulosas asimétricas o en forma de rosquilla.
» La interacción entre los distintos vientos estelares es única para cada objeto y además los modelos actuales parecen indicar una correlación directa entre la emisión de rayos X y la estructura de la nebulosa. Por eso, las observaciones del Hubble de NGC 40 en el espectro visible y ultravioleta permitirán complementar los datos del Chandra y proporcionar datos reveladores sobre la interacción entre estos vientos estelares, claves para comprender la formación de nebulosas planetarias y, en última instancia, entender mejor los procesos de evolución estelar».
Tú decides
Ahora, puedes hacer tu selección votando por uno de los objetos en Tú decides (en inglés).
Estoy interesado en robótica y me gustaría seguir un curso de formación en el MIT dispongo de ejercicios realizados en mi procesador de textos.
Tengo curiosidad por los cúmulos globulares en galaxias, así como poder realizar cálculos de cómputos en masas de materia, desde una nube de vapor de agua, planetas gigantes gaseosos y estrellas gracias.