Anillo de luces
El Telescopio Espacial Hubble ha publicado una toma de la supernova SN 1987A, que lleva monitorizando desde el año 1994. Obtenida el 28 nov 2003 con el instrumento ACS, muestra cómo el
Fuegos artificiales
Hace 17 años, el 24 feb 1987, Ian Shelton y Oscar Duhalde descubrieron independientemente la explosión de la estrella Sanduleak -69 202, en una galaxia satélite de la Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes, situada a 169 mil años luz de nosotros. Lo que no sabía Shelton es que en la Tierra ya se había recibido una prealerta: el día anterior, a las 7:36 Tiempo Universal (TU), se detectaron 19 neutrinos provenientes de la supernova (algo que se conoció con posterioridad). A las 9:36 TU, el astrónomo aficionado Albert Jones estaba observando la galaxia, pero visualmente no detectó nada inusual. Otro astrónomo, Robert McNaught, obtuvo fotografías de la zona a las 10:30 donde aparecía una estrella más brillante de lo normal. Las comprobó después del descubrimiento.
20 horas más tarde, en la noche del 24 feb 1987, el astrofísico Ian Shelton se tomaba un descanso de su trabajo de operador de telescopios del Observatorio de Las Campanas. Con un pequeño telescopio de 25 cm, obtuvo fotografías de la Gran Nube de Magallanes, en busca de estrellas variables en la zona. Simultáneamente, en el mismo observatorio, Oscar Duhalde salía a tomar un rato el fresco cuando (¡a simple vista!) observó la nueva estrella, pero no lo comentó con nadie en ese momento. Shelton reveló las fotografías y se dio cuenta del descubrimiento. Fue corriendo al telescopio situado al lado, donde lo comentó con los cuatro astrónomos presentes, entre los que se encontraba Duhalde. Allí Oscar recordó su observación a simple vista y salieron al exterior a contemplar la supernova con sus propios ojos.
Supernovas
Las explosiones de supernova no son eventos comunes a escala humana. En cada galaxia suele darse una explosión cada 200 años aproximadamente. En una supernova, la mayor parte de la masa de la estrella original se lanza a grandes velocidades. Lo que es asombroso es que durante algunos días, la supernova radía la misma energía que durante toda su vida. Durante ese tiempo, la sola supernova llega a brillar más que el conjunto de estrellas que residen en su galaxia. Con el paso de los años, el remanente de la supernova se esparcirá, creando una nebulosa.
Las explosiones fruto del acabose de una estrella masiva son denominadas supernovas de tipo II. Existe otro caso, las de tipo I, que involucra la acción en un sistema de dos estrellas que se orbitan y cuya detonación es más brillante. Una de estas estrellas debe ser una enana blanca. Cuando el par está lo suficientemente cerca, la enana blanca comienza a robarle a su compañera. El problema es que cuando la enana blanca llega a tener 1,4 masas solares, muere de indigestión en un gran estallido.
Las supernovas que suceden en nuestra propia galaxia son todo un espectáculo, ya que llegan a ser visibles a simple vista con un brillo tal que pueden verse de día. Desgraciadamente, y como ya se ha comentado, es un fenómeno inusual. Entre las supernovas más famosas se encuentran la del año 1054 d.C, registrada por los chinos en sus cuadernos de bitácora astronómicos. Johannes Kepler, contemporáneo y colega de Galileo, registró una de estas supernovas cercanas en el año 1604 antes de la invención del telescopio. Desde entonces no hemos visto ninguna en la Vía Láctea.
Perlas
El máximo brillo de las supernovas solo dura unas pocas semanas y luego se apagan paulatinamente. El Telescopio Espacial Hubble comenzó a observar a la SN 1987A en 1994. Para su sorpresa, descubrió varias anillos de material gaseoso, el más pequeño de 1,3 años luz de diámetro. Estos anillos son burbujas de material expulsadas por la estrella varios miles de años antes de la explosión como supernova.
En la composición de imágenes del Hubble, se comprueba cómo el remanente de la estrella central se debilita (ahora un millón de veces más débil que en 1987) mientras que el anillo de materia se hace más brillante. La explicación es que el material eyectado durante la explosión, que se desplaza desde el centro hacia afuera a una velocidad de casi un millón de kilómetros por hora, está colisionando con las burbujas antiguas. La temperatura de la materia aumenta por el choque y produce las perlas brillantes que se ven ahora en el anillo. La perla situada hacia las 4 horas es falsa, ya que es una estrella que da la casualidad se encuentra en la línea de visión.
Referencias
- La onda de choque de una supernova produce un nuevo espectáculo de luces, HubbleSite (en inglés).
- El Hubble revela una nueva fase dramática de la explosión de una supernova, Space.com (en inglés).
- Supernova 1987A: el descubrimiento, Bad Astronomy (en inglés).
- La historia de la Supernova 1987A, en inglés.