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La galaxia rebelde
Ángel Rafael López Sánchez

Mira, la estrella cometaLa galaxia NGC 4622 se encuentra en la constelación de Centauro, a 111 millones de años-luz de nuestro propio «universo-isla». La imagen fue tomada por el Telescopio Espacial Hubble en mayo de 2001, usando la Cámara Planetaria 2 de Ancho Campo? (Wide Field Planetary Camera 2). La sorpresa de los astrónomos fue bastante grande cuando se descubrió, al estudiar con detalle el sistema, que la galaxia giraba en sentido contrario a lo esperado. Esto se ha podido determinar al conseguir precisar la cara de la galaxia más cercana a la Tierra mediante efecto Doppler local.

Galaxias espirales

La mayoría de las galaxias espirales tienen brazos de gas y de estrellas que se van rezagando conforme la estructura gira. Pero esta galaxia tiene dos brazos exteriores adelantados, además de un brazo interior rezagado que se encuentra enrollado en dirección contraria a la rotación. Basándose en una simulación del sistema, un equipo de astrónomos encontró que NGC 4622 debería girar en dirección contraria a las agujas del reloj, que es justo lo contrario que se observa.

Aún no se tiene una explicación definitiva a porqué sucede esto en NGC 4622. Sin embargo, la nueva imagen del Hubble sugiere que la galaxia devoró en el pasado a una galaxia compañera, provocando grandes fuerzas de marea que provocaron la extraña estructura, haciéndola girar en dirección contraria a la usual. Las partes más azules de los brazos espirales corresponden a las regiones de formación estelar (estrellas muy jóvenes, masivas y calientes, que brillan mucho en azul), mientras que las zonas más rojizas del bulbo indican poblaciones estelares mucho más viejas (estrellas más frías, grandes y menos masivas, formadas hace mucho tiempo, que brillan en rojo).

La rotación en las galaxias

La galaxias son estructuras fluidas compuestas por miles de millones de estrellas, gas y polvo. Las que son del tipo espiral, como M31, M51, NGC4622 o nuestra propia galaxia, rotan muy despacio. Nuestro Sol tarda alrededor de 250 millones de años en completar una vuelta en torno a la Vía Láctea. Estas velocidades de rotación dependen de la cantidad de materia que posea la galaxia, algo que puede calcularse con relativa facilidad. Sin embargo, existe un problema bastante importante en las curvas de rotación de las galaxias espirales, puesto que para que rotasen con la velocidad observada deberían tener mucha más materia (incluso 1000 veces más) que la se observa mediante el estudio de la luz. Este problema se está intentando explicar suponiendo que existe un halo enorme de materia oscura que envuelve completamente al sistema. El descifrar la naturaleza de la materia oscura es hoy día uno de los grandes retos de la Astrofísica, tanto observacional como teórica.

Esta imagen ha sido contraportada del Boletín Informativo N. 31 (Abril 2002) de la Agrupación Astronómica de Córdoba