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Urano y Marte: Una pareja celestial
Marcos Pérez

Una gran ocasión para ver Urano

Ayer 26 de noviembre Marte y Urano aparecerán muy juntos en el cielo, lo que constituye una excelente oportunidad para observar al
séptimo planeta del Sistema Solar. Con Urano ocurre como con otros
astros demasiado débiles para ser detectados a simple vista: lo más
difícil es localizarlo en el cielo pues una vez que se sabe dónde
está son suficientes unos binoculares para contemplarlo. Dado que
Marte se encuentra fácilmente (es el astro más brillante sobre el
horizonte Sur en las primeras horas de la noche), bastará con enfocar
hacia él los prismáticos para descubrir a Urano a su lado.

Urano fue descubierto el 12 de marzo de 1781 por William Herschell,
quien al principio confundió su luz verdosa con el brillo de un
cometa. Sin embargo, tras observarlo durante varios meses se dio
cuenta de que carecía de cola, y que además orbitaba alrededor del
Sol siguiendo el mismo camino que el resto de los planetas a través
de las constelaciones del Zodíaco.

Hoy sabemos que Urano es un gigante gaseoso dentro del que cabrían
sesenta planetas como el nuestro, aunque su masa es sólo cuatro veces
la de la Tierra. En comparación de los 365 días del año terrestre,
Urano emplea 84 años en completar su órbita alrededor del Sol, aunque
su día – el tiempo que tarda en dar una vuelta sobre sí mismo – es
cuatro horas más corto que el nuestro.

Planetas

Los primeros astrónomos de la antigüedad se dieron cuenta de que en
el cielo había siete astros que se deslizaban entre las estrellas que
forman las constelaciones: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno
y, por supuesto, el Sol y la Luna. En el siglo XIX se añadieron a la
lista Urano y Neptuno, mientras que Plutón no se descubrió hasta
1930. Desde los últimos años del siglo pasado podemos detectar la
presencia de grandes planetas orbitando alrededor de otras estrellas
(los llamados planetas extrasolares), pero aunque sabemos que están
ahí todavía no disponemos de la tecnología para fotografiarlos.

Lo más llamativo de la familia de los planetas es su enorme variedad.
No hay dos iguales. Algunos son tan grandes que casi parecen
estrellas pequeñas, y otros, como Plutón, se parecen tanto a los
cometas que algunos astrónomos piensan que debíamos considerarlo como
tales.

Caroline Herschell
Antes de descubrir Urano William Herschell se ganaba la vida como
organista, mientras que su hermana Caroline, doce años menor que él,
aspiraba a convertirse en cantante de coro. Cuando Herschell obtuvo
una pensión que le permitió dedicarse de lleno a la astronomía
Caroline se convirtió en su ayudante, desarrollando un intenso
trabajo que la llevó a completar el catálogo de estrellas de
Flamsteed y dos catálogos de nebulosas, descubriendo una docena y
media de estos objetos y varios cometas. Su capacidad científica la
convirtió en la primera mujer en obtener reconocimiento internacional
como astrónoma.

Bautizando astros

Quizá presionado por la Royal Society, la institución científica más
prestigiosa de su tiempo, Herschell bautizó al astro recién
descubierto con el nombre de Georgium Sidus (el Planeta de Jorge) en
honor al Rey Jorge III. Sin embargo el nombre no gustaba demasiado en
otros países, de modo que al poco tiempo los franceses ya lo conocían
como Hércules y los Alemanes como Urano. Al final éste resultó el
nombre definitivo, pues no en vano guarda una interesante relación
con el del resto de los planetas. Según la mitología, Urano era el
padre de Saturno, que a su vez era el padre de Júpiter, el padre del
Sol y de todos los demás planetas con excepción de la Tierra.

Más información

  • Mosaico compuesto por fotografías de Urano y cinco de sus satélites: Ariel, Miranda, Titania, Oberon y Umbriel
  • La única obligación de William Herschell como astrónomo de la corte era mostrar el frmamento a la familia real en las pocas ocasiones en que se lo pedían.