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Las Leónidas nos dejarán estupefactos
Dr. Tony Phillips

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Nunca olvidaré la noche del 17 de
noviembre de 1998. Hacía frío afuera de mi casa
en las montañas, a 3 000 metros de altura. Los cielos
eran claros como un cristal. Y estaba muy oscuro.

Excepto por la bolas de fuego…

Me encontraba observando el cielo con un amigo, ambos astrónomos
con experiencia. Sin embargo, nos quedamos mirando hacia arriba como
un par de novatos, boquiabiertos, como si nunca antes hubiéramos
visto
el cielo.

Estábamos siendo testigos de la tormenta anual de meteoros
de las Leónidas. Sólo que éstos no eran Leónidas
ordinarios.
Estos eran brillantes, vívidos, verdaderas bolas de fuego que hasta
generaban sombras sobre el suelo. Cada
cinco minutos más o menos veíamos uno tan brillante
como Venus, y un buen número de ellos bien pudiesen haber
opacado a la Luna llena. Algunos de los más impresionantes
dejaban tras de sí brillantes estelas de polvo cósmico
que permanecían por un buen rato en el cielo, retorciéndose
y doblándose conforme eran atusadas por los vientos de gran
altura.

Arriba: Una fotografía en gran angular de las bolas
de fuego de las Leónidas el 17 de noviembre de 1998.
Crédito de la imagen: Juraj Toth.
[más
información
]

Fue inolvidable…

En los años siguientes he oído a los observadores del cielo
referirse a aquel evento como la «Tormenta de Bolas de Fuego de las
Leónidas
de 1998». Pero no fué realmente una tormenta. La tasa de meteoros
aquella
noche nunca excedió de unos cientos de meteoros por hora. «Se define
como tormenta de meteoros a aquella en que los observadores pueden ver 1000
o más por hora», dice Bill Cooke del Centro Marshall para Vuelos
Espaciales (Marshall Space Flight Center) de la NASA. «Las Leónidas
de 1998 — tan espectaculares como lo fueron — no eran realmente una
tormenta con
todas las de la ley.»

Pero las Leónidas del 2001 sí lo serán.

Cooke y otros expertos están de acuerdo en que
cuando las Leónidas regresen este mes, los observadores del cielo
en ciertas partes del mundo verán un despliegue aún mejor
que el de 1998. En verdad, dice Cooke, «lo que viene este 18 de noviembre
podría ser el evento más grande desde 1966 [cuando los
norteamericanos
disfrutaron de una tormenta de meteoros Leónidas con una intensidad
que
superó las 100 000 estrellas fugaces por hora]».

Los observadores en Norteamérica, Hawai, Australia y los
países de Asia que se encuentren a lo largo de las orillas del
Pacífico
serán favorecidos con las mejores vistas de los Leónidas
del 2001. Las tasas de meteoros en dichos lugares podrían llegar
a los 8000 por hora — ni remotamente tan intensas como la tormenta
de 1966, pero más que suficientes para dejar a un observador
con la boca abierta.

Pronósticos para las
Leónidas del 2001






















 EL
LUGAR

LA
HORA

EL PRONÓSTICO
(THC)

 Norteamérica

 9:00
– 11:00 UT

Domingo por la mañana, nov.
18
:

4:00 – 6:00 a.m. en Nueva York

1:00 – 3:00 a.m. en Los Angeles

 800 – 4000 por hora

California, Hawai,
Samoa

11:00 – 15:00 UT

Domingo por la mañana, nov.
18
:

3:00 – 7:00 a.m. en Los Angeles

1:00 – 5:00 a.m. en Hawai

 100 – 1000 por hora

Australia, Indonesia, Japón, Este
de Asia

17:00 – 19:30 UT

Lunes por la mañana, nov.
19
:

0100 – 03:30 a.m. en Hong
Kong

0200 – 04:30 a.m. en Tokío

800 – 8000 por hora

Notas a la Tabla: (1) UT es Tiempo
Universal
(aún
en español es común usar las siglas en inglés para
«Universal
Time»),
también conocido como Hora del Meridiano de Greenwich o GMT. (2) Por
causa de la línea
de fecha internacional, los observadores en Australia y Países Asiáticos podrán
observar los Leonidas
antes del amanecer de noviembre 19, hora local. (3)
THC es la Tasa Horaria Cenital (en inglés Zenital Hourly Rate o ZHR)

— es decir, el número de meteoros que un
observador vería sobre un cielo oscuro si la constelación
de Leo estuviera directamente sobre su cabeza. La variación en el número de

las THC previstas refleja las diferencias entre distintos
modelos de predicción.[más
información
]

Las tormentas Leónidas ocurren cuando la Tierra pasa a
través
de nubes de desechos polvorosos esparcidos por el cometa 55P/Tempel-Tuttle,
cuando este se acerca al Sol cada 33 años. Este año nuestro
planeta se prepara para encontrarse de cerca con cuatro de éstas
nubes,
que surgieron del Tempel-Tuttle en 1699, 1766, 1799 y 1866.

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«Cada encuentro con una nube de polvo producirá un estallido
de Leónidas en algún lugar de nuestro planeta», explica Cooke. «Por
ejemplo, el mejor lugar para ver los meteoroides de la nube 1799
es Hawai. ¡Ahí es donde yo estaré! La nube 1766
producirá un chubasco de Leónidas sobre Norteamérica,
mientras que las nubes 1699 y 1866 harán llover meteoros sobre
Australia y Asia.

Derecha: Las elipses de color castaño denotan
nubes de polvo esparcidas por el cometa Tempel-Tuttle en los
años que se indican. El camino que sigue la Tierra a través
del
espacio es azul. Este modelo fué formulado por D.
Asher y R. McNaught
; los modelos usados por
otros
científicos que pronostican
lluvias de meteoros
difieren un poco. La nube
de 1799 que se menciona en el texto no aparece en este mapa.

«Estas nubes son largas y delgadas, como la cola de un cometa,»,
dice Cooke. «Las más jóvenes son aproximadamente de sólo unos
10
diámetros terrestres». Nuestras posibilidades de
acertar con algo delgado y en forma de filamento, son pocas. De hecho, la
mayoría de los años
en noviembre las erramos por completo. La Tierra se desliza entre las nubes
donde hay solo unos cuantos meteoros. En esas ocasiones, las tasas de
meteoros
Leónidas permanecen bajas: de sólo unos 10 o 15 meteoros por
hora.

«En 1998 pasamos a través de material
que fue esparcido por el cometa en el año 1333», dice Cooke.
«Ese filamento era viejo y algo extendido», de modo que sus
tasas nunca llegaron a ser de tormenta. Fue espectacular, sin embargo
porque «los pedacitos de polvo más pequeños
en el interior de esa nube habían estallado
hace mucho tiempo por la presión de la
radiación solar. Solamente los meteoros más grandes
quedaron intactos — y de ahí las bolas de fuego».

«Este año 2001 estaremos pasando por nubes relativamente
jóvenes,
con mayor concentración de meteoroides pequeños», añade Cooke.
«Los
observadores de 1998 que recuerdan sobre todo las bolas de fuego,
serán en cambio sorprendidos este año por
un mayor número de meteoros ordinarios».

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 leyenda

Arriba: Fotografías fijas de una película
digital que muestra a la Tierra conforme esta se desliza a través de

una nube de polvo en forma de filamento. El encuentro desata una tormenta
de meteoros
en la constelación de Leo. Haga clic
para ver la animación completa (565 Kb) en formato QuickTime creada
por Digital Radiance,
Inc
.

Aunque ciertas partes del mundo serán favorecidas
este año con una actividad intensa, Cooke nos recomienda a todos
mirar el cielo este 18 de noviembre. «Las Leónidas podrían
sorprendernos», dice. Los estallidos previstos podrían
extinguirse, y la actividad podría incrementarse
inesperadamente.

Los observadores de meteoros veteranos están pendientes
de los pronósticos de las Leónidas porque la ciencia de
predecir tormentas de meteoros de las Leónidas es aún
algo reciente. Las técnicas básicas fueron probadas
hace sólo tres años por los astrónomos David Asher
(Observatorio de Armagh) y Rob McNaught (Universidad Nacional de Australia).

Ellos predijeron correctamente una ligera tormenta de meteoros sobre
el Medio Oriente y Europa en 1999. Después, en el 2000, ellos
y otros usaron métodos similares para predecir los horarios
de otros tres chubascos de meteoros. Es un récord prometedor,
pero de ningún modo está aún bien establecido.

Abajo: El radiante de las Leónidas,
que se denota aquí por un punto rojo, aparecerá
alto en el cielo en dirección Sur a las 5 de la mañana
(tiempo
local) en latitudes del Hemisferio Norte.
Haga
clic aquí
para ver un mapa del cielo en el Hemisferio
Sur.

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Si usted está resuelto a observar algunas Leónidas
este año, esta es la mejor estrategia: Vístase
abrigado y viaje (si es necesario) hacia algún lugar alejado
de la contaminación lumínica de la ciudad. Esté preparado
para observar el cielo entre la media noche y el amanecer del
domingo 18 de noviembre. La tasa de meteoros probablemente será
baja cerca de la medianoche — aunque es una buena hora para ver bellas
Leónidas

rasantes

— y después se incrementará en unos 10 o 20 meteoros
por hora hasta el amanecer. Si usted tiene suerte, podrá
ser testigo de un estallido con categoría de tormenta y contar
miles de estrellas fugaces.

Con las Leónidas no hay garantía.


No importa, la siguiente tormenta seguramente enviará a algunos
observadores del cielo a sus casas con recuerdos perdurables. «Yo
nunca olvidaré la noche del 18 de noviembre del 2001»,
recordarán
dentro de algunos años — tal y como yo recuerdo las Leónidas
de 1998. Otros, tal vez, tendrán algo más que una
noche tranquila bajo las estrellas. Una cosa es segura: Si
usted se queda adentro de su casa, ¡No verá nada!

Visite SpaceWeather.com para leer
más recomendaciones de observación (¡en español!)

y para actualizaciones en
tiempo real, así como imágenes durante la tormenta de
meteoros.

Nota del Editor para lectores en Sur América: En el
enlace mencionado
arriba, le recomendamos leer los pronósticos de tasa horaria cenital
para su ciudad (o la
ciudad mas cercana a su localidad entre las que estén en la lista).
Es probable que (de acuerdo a
los modelos) las tasas horarias cenitales sean bajas en la parte sur del
continente americano, aunque el radiante si estará
presente en el cielo. Será por lo tanto recomendable observar el
cielo durante las horas de tasa máxima
prevista.









Enlaces a la Red

Pronóstico
s para la Tormenta de las Leónidas 2001

– (NASA/MSFC) Los mejores expertos en meteoros predicen las Leónidas
del 2001.

Recomendaciones para Observación de las
Leónidas
– (SpaceWeather.com) Averigue
cuándo y cómo observar
las leónidas del 2001. Esta página de Internet incluye mapas
del cielo
para ambos hemisferios del planeta Tierra.

Bolas de Fuego de las Leónidas
Impresionan a los Observadores
del Cielo

— (Artículo de Science@NASA) fotografías y reacciones sobre
la deslumbrante tormenta
de meteoros Leónidas de 1998.

Libélulas y
Meteoros
— (Artículo de Ciencia@NASA)
Aprenda más acerca
de los meteoros rasantes y lea porqué las tasas de meteoros son por
lo regular
más altas al amanecer.

La Vía Láctea está
Desapareciendo
– (Artículo de Ciencia@NASA) para
ver el mayor
número de Leónidas viaje a un lugar libre de la
contaminación lumínica
urbana.

Los Meteoros
Leónidas
— La predicción de espectaculares
lluvias de meteoros
es ahora una ciencia muy exacta, con algunos excelentes despliegues
de las Leónidas que aparecen durante los últimos años.
Visite
este sitio desde el Observatorio Armagh para obtener más
información.

Las Leónidas — un excelente resumen de los
pronósticos
sobre las Leónidas y su historia por Gary Kronk.

Las Leónidas con Luz Lunar del
2000
— (Artículo de Science@NASA) Este
artículo,
que fue escrito justo antes de la tormenta de las Leónidas del 2000,

explica cómo los científicos están aprendiendo a
predecir
con éxito las tormentas Leónidas.

Leónidas del 2000. Galería
de Fotografía
— (SpaceWeather.com) Imágenes y
videos de meteoros
Leónidas observados en noviembre del 2000.

Leónidas a Granel — (Artículo de Science@NASA) Los observadores
del cielo alrededor del mundo han disfrutado de tres episodios previstos de estrellas
fugaces alrededor del mundo.