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Sentimientos de un observador aficionado de NEAs
Jaime Nomen

Mira, la estrella cometaEra una noche bastante clara y hubo una importante sugerencia para
intentar observar el objeto. Genny Sansaturio me había proporcionado
las efemérides generadas por el NEODyS para el 2001 PM9 y, tras
resolver mis sentimientos contradictorios, decidí darme la oportunidad
de verlo en las imágenes.
El juego había comenzado…

Después de un rato, ¡ahí estaba! Lo vi saltando en la pantalla y me
puse muy contento. El equipo estaba dando un excelente funcionamiento
y parecía que todo iba a ir de maravilla. Tomé más de doce imágenes
para asegurarme de que la astrometría era suficientemente buena. Pero,
cuando comencé a reducirlas, las cosas cambiaron de repente. La
alegría inicial se convirtió en un drama cuando la señal producida por
aquel débil objeto no era suficiente para encontrar buenos centroides
en la mayoría de las imágenes. Y luego la duda vuelve a tu mente:
¿serán las mediciones lo suficientemente buenas?… En la Guía para la
Astrometría de Cuerpos Pequeños del MPC se indica claramente que no
recomiendan comprobar los residuos de las observaciones antes de
enviarlas, pero ¿quién no está tentado de hacerlo para ver qué tal
son?…


[2001 PM9]

Esta imagen muestra un trozo del cielo de la constelación de
Pegaso, donde fue localizado 2001 PM9 durante la noche del 16 de
agosto. La información proporcionada en la esquina inferior derecha
corresponde a las coordenadas exactas del centro del campo. (pulsa en la imagen para ver
una versión más grande
)

De nuevo, la incertidumbre creció cuando comprobé las mediciones.
Debido a la pobre señal de la imagen, no estaban proporcionando la
consistencia habitual y deseada, aunque… tampoco parecían estar tan
mal. Luego llegué al punto crítico: el envío estaba listo para
enviarlo por e-mail, y los sentimientos conflictivos luchaban con
intensidad; estás seguro de que has hecho un buen trabajo, pero
también dudas de su calidad, la calidad que se merece un objeto así y
que por alguna razón no se está obteniendo… Finalmente, pulsas el
botón de «enviar» y no hay nada más que puedas hacer sino
esperar y confiar en que tus observaciones son lo suficientemente
buenas, que realmente van a ayudar a determinar una buena órbita…
y, por supuesto, anhelas ver que todos tus residuos están por debajo de
1 segundo de arco… y te preocupas del «paréntesis»
correctivo que utiliza el MPC para designar las observaciones que se
descartan, y también del «No» instructivo del NEODyS. Era
muy tarde (o mejor dicho, muy temprano por la mañana) y me fui a la
cama.

El siguiente día le eché un vistazo a la página de riesgo del
NEODyS: 2001 PM9 seguía ahí, ¡pero la tabla de impactores no contenía
la posibilidad de impacto en 2003, mientras que las de 2005 y 2007
todavía seguían ahí! Luego miré los residuos de mis observaciones. No
eran excelentes, pero me sentí bien sabiendo que tuve éxito al
observarlo con un equipo medio y que mis observaciones habían
contribuído a descartar una solución con impacto.

De acuerdo con la sugerencia de continuar siguiendo al objeto, la
noche siguiente intenté capturar de nuevo al 2001 PM9. Tras la
experiencia de la noche anterior, conocía mejor los tiempos óptimos de
exposición, por lo que estaba convencido de que aquella noche iba a
conseguir mejores imágenes, mi astrometría sería mejor y así no
sufriría mucho la reducción. Comencé el proceso, insertando las nuevas
efemérides generadas por Genny, y esperé pacientemente. ¡Ahí estaba el
2001 PM9 de nuevo! Sin duda alguna, estaba obteniendo una señal mejor
que la de la noche anterior. Lo seguí durante un buen rato y tomé
muchas imágenes. Las reduje con mayor comodidad que la noche anterior
y comprobé que los residuos parecían más aceptables. Luego envié por
e-mail las observaciones a Tim Spahr, del MPC, y esta vez no estaba
mandando las 3 prudentes observaciones habituales , sino 7… ¡Estaba
muy seguro de que había hecho un buen trabajo!

Pero 15 minutos después, recibí un correo de Tim diciendo que estaban
equivocadas en unos 50 segundos de arco. Imposible. Lo comprobé todo,
las configuraciones, los tiempos y rehice la reducción… pero seguía
obteniendo los mismos resultados. Sólo noté una discrepancia: el PA
que daba la dirección del movimiento discrepaba en 17 grados con
respecto a la proporcionada por las efemérides. Comencé a pensar que
el 2001 PM9 había cambiado de trayectoria y que me enfrentaba a otro
caso de satélite WIND… Pero mi sentido común me decía que le echase
otro vistazo a las imágenes en el punto exacto proporcionado por las
efemérides. De improvisto, vi el verdadero y débil 2001 PM9 a
unos cuandos segundos de arco del objeto que acababa de medir, que en
realidad era un nuevo asteroide «desconocido». Mientras
hacía esto, recibí una respuesta de Tim que, desde su oficina y tras
revisar la astrometría que le había enviado, adivinaba lo que estaba
pasando realmente.

De nuevo reduje la débil señal del 2001 PM9 de las mismas imágenes
y, de nuevo, como la noche anterior, sufrí al hacerlo… mis dudas,
mis sentimientos contradictorios: «¿por qué intentas observar
objetos tan débiles?»… Envié 3 observaciones, ¡y esta vez
pensaba que eran demasiadas! Las otras 7 observaciones se referían al
JNT067, un asteroide supuestamente nuevo con una magnitud aparente
aproximada de 19. Sí, ahora lo sé, ha recibido la denominación de 2001
P035.

Esa noche, otros tres observadores aficionados de Sormano, San
Marcello Pistoiese y el Observatorio Powell también tomaron algunas
imágenes de 2001 PM9. Comprobé mis residuos el día siguiente: ¡eran
mejores que los de la primera noche! Y, lo que es más importante,
todas nuestras observaciones, junto con otras obtenidas en las dos
noches siguientes por otros observadores aficionados (Observatorio
Badlands, Linz, Starkenburg Sternwarte y Loomberah) habían hecho
posible excluír cualquier posibilidad de que 2001 PM9 impacte en la
Tierra en cualquier momento de aquí a 2080. Todo el sufrimiento,
dudas, sentimientos conflictivos habían merecido la pena… ahora
siento que he hecho mi trabajo y mi mente está en paz.

© Copyright Tumbling Stone 2001


Las imágenes y las animaciones de este artículo son cortesía de Jaime Nomen. Traducción realizada por Gabriel Rodríguez Alberich.

2001 PM9