Hace tres
meses, cuando la intrépida sonda espacial Galileo pasó
rozando a unos escasos 138 km sobre la superficie de la luna
Calisto en el sistema del planeta Júpiter, las cámaras
de a bordo capturaron las que hasta ahora son las imágenes
más detalladas que se tienen de aquel curioso paisaje
lunar. Los científicos examinaron éstas imágenes,y
lo que encontraron fué sorprendente. Calisto está
salpicado de extrañas figuras puntiagudas de hielo —
agujas que parecen estar siendo lentamente erosionadas en un
ambiente antes considerado invariable y muerto.
«No habíamos visto nunca un terreno como éste.
Parece que se está dando fenómeno de erosión,
lo cual es bastante sorprendente», dijo James Klemaszewski
del Laboratorio de Investigaciones Académicas (Academic
Research Lab), quien junto con David Williams y Ronald Greeley
de la Universidad Estatal de Arizona (Arizona State University),
se encuentra analizando las últimas fotos de Calisto tomadas
por Galileo.
Arriba: En esta imagen de Calisto tomada desde la sonda
espacial GALILEO, se pueden ver varias cicatrices claras sobre
una superfice más oscura. Tales cicatrices son el testimonio
de una larga historia de impactos sobre la luna de Júpiter.
La fotografía, tomada en mayo del 2001,es la única
imagen completa de Calisto tomada por Galileo.[
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La superficie helada de Calisto es el lugar con la mayor
densidad de cráteres del Sistema Solar. No hay allí
volcanes, ni vientos ni lluvias que puedan borrar los relieves
en la superficie. Por lo tanto, los cráteres que se forman
en la luna como resultado de ocasionales impactos con meteoritos,
duran mucho tiempo. Los científicos especializados en
el estudio de los planetas, consideran a los terrenos de Calisto
como «viejos». «Como contraejemplo, la superficie de la
Tierra, aún estando más desgastada, es muy nueva».
Durante miles de millones de años, poco ha cambiado en
la faz de Calisto a excepción de la continua acumulación
de cráteres — pensaban los investigadores.
Pero las últimas imágenes de Calisto muestran
un escenario distinto. El terreno irregular de Calisto es diferente
al de las otras lunas de Júpiter antes observadas — y
no es totalmente permanente.
Durante su misión de sobrevuelo en Calisto, la cámara
de Galileo detectó protuberancias con forma de agujas
sobresaliendo a 80 y hasta 100 metros (de 260 a 330 pies) de
altura, compuestas quizás, de material despedido durante
un fuerte impacto miles de millones de años atrás.
Las protuberancias están compuestas de hielo pero también
presentan un polvo más oscuro. Este material más
oscuro parece estar deslizándose y colectándose
en la base de los montículos.
«[Las protuberancias] siguen siendo erosionadas y eventualmente
van a desaparecer», dijo Klemaszewski. Una de las teorías
que se tienen acerca del proceso de erosión nos dice que,
a medida que el hielo se transforma en vapor, libera al polvo
contenido. El material oscuro en acumulación podría
estar absorbiendo suficiente calor del Sol lejano como para calentar
el hielo alrededor y mantener este proceso en marcha.
Derecha:
La ampliación en la figura de arriba, muestra algunas
de las muchas protuberancias de hielo en la superficie de Calisto.
La imagen de abajo muestra una región llana y oscura donde
la erosión ha cesado, permitiendo que los cráteres
formados por impactos se acumulen. [
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Las agujas erosionadas de Calisto son sólo uno de sus
acertijos. De hecho, con un diámetro de 4800 km — casi
el tamaño de Mercurio — Calisto es todo un mundo en sí
mismo, con misterios dignos de un planeta entero. Por ejemplo,
una serie de lecturas magnéticas tomadas por Galileo durante
sus anteriores encuentros con Calisto en 1996 y 1997, sugieren
que este satélite marcado de pústulas meteóricas,
alberga el océano salobre mas grande del Sistema Solar.
Pero el agua, si está realmente ahí, no yace sobre
su superficie extremadamente fría. Los océanos
de Calisto mas bien podrían estar escondidos bajo
su corteza puntiaguda y lentamente erosionada — otro rompecabezas
tentador para naves espaciales y exploradores futuros.
Para más información sobre las lunas de Júpiter
y la misión Galileo, visite http://galileo.jpl.nasa.gov.
El Laboratorio de Propulsión
a Chorro (Jet Propulsion Laboratory), una división del
Instituto Tecnológico de California (California Institute
of Technology) en Pasadena, dirige la misión Galileo para
la Oficina de Ciencias del Espacio (Office of Space Science)
de la NASA, en Washington, D.C.
Enlaces en la Red |
Los
La Misión Galileo – lea todo acerca de la intrépida
Calisto— colección de enlaces
Diario de Fotos de Júpiter del |