Cataluña y la contaminación luminosa
En Cataluña hace años que diferentes organizaciones e instituciones
vienen promoviendo la actuación por parte de las administraciones
públicas en la regulación de la contaminación luminosa, principalmente
como obstáculo al disfrute del cielo nocturno pero que sin embargo
posee iguales o mayores implicaciones en el derroche energético y la
polución atmosférica. Uno de los grupos más activos en la defensa del
cielo nocturno, no sólo a nivel catalán, sino español, es el que
agrupa al colectivo Cel Fosc
(cielo oscuro), un grupo de astrónomos aficionados que han venido
cosechando durante estos años éxitos a nivel de ayuntamientos.
El punto culminante de estas iniciativas ha sido el interés por parte
de los grupos parlamentarios catalanes en desarrollar una ley sobre
contaminación luminosa, cuyos responsables viajaron recientemente a
los observatorios del Instituto de
Astrofísica de Canarias (IAC) para conocer la aplicación de la Ley
del Cielo en el archipiélago canario.
Derroche energético
Para servir de base a estas futuras actuaciones, el pasado día 30 mar
2001 se presentó el estudio sobre contaminación luminosa realizado por
el Grupo de Estudios Luminotécnicos de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC)
y el Departamento de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Barcelona (UB), por encargo
del Departamento de Medioambiente del Gobierno de Cataluña.
Las conclusiones del documento apuntan a que más de 40 millones de kW
escapan directamente cielo anualmente en Cataluña, el equivalente al
flujo emitido por una instalación de una potencia de 10 mil kW. La
factura anual de esta luz es de 500 millones de pesetas (2 millones de
euros). Más preocupante, sin embargo, son los efectos colaterales de
la luz despilfarrada: 12 mil toneladas de dióxido de carbono, 249
toneladas de monóxido de carbono y 600 toneladas de dióxido de
nitrógeno emitidas a la atmósfera por las centrales elécticas.
El panel de expertos que han evaluado la contaminación luminosa
alertan de la creciente degradación de los cielos en los espacios
naturales, que en el año 2000 superan entre 3 y 15 veces la
luminosidad típica de estas zonas. Además, las zonas costeras y la
ciudad de Barcelona son las localidades más contaminadas y con mayor
crecimiento de la contaminación. Los expertos opinan que en estos
casos se debe tomar medidas urgentes.
Con una utilización racional de la iluminación, el estudio concluye
que se podrían ahorrar anualmente en Cataluña unos 2000 millones de
pesetas (11 millones de euros) y evitaría la emisión de 48 mil
toneladas de CO2, 1000 toneladas de CO y 2400 toneladas de dióxido de
nitrógeno.
Combatiendo la contaminación luminosa en tu ciudad
Lo primero que hay que tener claro es que la contaminación luminosa es
un problema que va más allá del puramente observacional y astronómico.
Se trata de un problema que afecta a la seguridad en nuestras calles y
es indicador de despilfarro energético. La generación de energía en
las centrales eléctricas no es gratuita y además conlleva emisiones de
gases que contaminan el medio ambiente. La lucha contra la
contaminación luminosa no es una lucha contra la luz, sino contra la
iluminación incorrecta.
¿Qué puedes hacer para combatir la contaminación luminosa? El
colectivo Cel Fosc sugiere algunas
recomendaciones:
- Utilizar lámparas de sodio a baja presión porque no utilizan
metales pesados y consumen:- 5 veces menos que las lámparas incandescentes.
- 2,2 veces menos que las lámparas de mercurio.
- 1,5 veces menos que las de sodio a alta presión y fluorescentes.
- Un reciclaje correcto de las bombillas (mercurio, cadmio y
otros metales pesados). - Apagar las luces exteriores cuando no sean realmente necesarias.
- Apagar el alumbrado público de monumentos y edificios
corporativos después de medianoche, (¿quién contempla los monumentos
después de medianoche?). - Dirigir el haz de luz hacia la via pública, no a los ojos de los
peatones o conductores. - Apantallar correctamente las lámparas.
- No utilizar lámparas de bola sin pantalla totalmente opaca y
reflectora. Desaprovechan más del 50% de la electricidad que
consumen y al dispersar tanto la luz se hace necesario poner
bombillas de más vatios para iluminar un poco el suelo. - No dirigir luces, focos ni láser hacia el cielo. El cielo no es
un espacio publicitario, es patrimonio de todos. - Uso de pantallas asimétricas siempre que sea posible. Son un 25%
más eficientes en términos de iluminación
Pero además de iluminar correctamente en tu casa, es importante
concienciar a la opinión pública a través de artículos en los
periódicos locales o charlas en las asociaciones vecinales del
problema de la contaminación: la ignorancia es el peor de los pecados.
Conjuntamente, la asociación astronómica de tu localidad puede ser de
ayuda a la hora de asesorar a los responsables del municipio, a
quienes pueden pedir audiencia para explicarles las ventajas
económicas de las medidas contra la polución luminosa. Piensa
global, actúa local.
Más información
- Asociación Internacional
para los Cielos Oscuros (IDA). - Grupo Cielo
Oscuro (Agrupación Astronómica de Madrid). - Magnitud 6
(Iniciativa europea). - Polución
lumínica en Uruguay.