Las imágenes, obtenidas
mediante el Telescopio Espacial Hubble, muestran que dicha galaxia, de
forma espiral, contiene numerosas regiones de formación de estrellas,
algo que encaja con algunas teorías barajadas sobre el misterio de
los rayos gamma.
El 25 de abril de 1998, varios observatorios espaciales
registraron una explosión de rayos gamma en una galaxia catalogada
como ESO 184-G82. Descubiertas en la década de 60 por satélites
militares estadounidense, hasta hace muy poco no se conocía la
naturaleza de los GRB (gamma ray burst, explosión de rayos
gamma en inglés): bien podrían ocurrir en las cercanías del Sistema
Solar, o en los confines del Universo. Mientras más lejos estuvieran,
tanto más sería el misterio, puesto que los mecanismos que produjeran
estas explosiones tendrían que ser aún más violentos.
La explosión GRB 980425 sorprendió a toda la comunidad
astronómica. Cuando los astrónomos aputaron los telescopios terrestres
hacia la posición del GRB, y encontraron a la galaxia ESO 184-G82, de
regalo registraron un objeto celeste que aumentaba progresivamente de
brillo, y por el precio de una, tuvieron dos explosiones: la ya
observada de rayos gamma y la de una supernova, catalogada como SN
1998bw. ¡Se había encontrado el eslabón perdido!
La revista Science
publicó un especial sobre este excepcional descubrimiento. Alguna de
las hipótesis sugieren que la estrella original, al sufrir un colapso
y explotar como supernova, convirtió su núcleo en un agujero negro, en
lugar de una estrella de neutrones. Durante el colapso, buena parte de
la energía generada se emitió en rayos gamma, de ahí que se observara
el GRB.
Las imágenes obtenidas por el equipo de la ESA con el Telescopio
Espacial Hubble, indican que la supernova (y su GRB) se originó en uno
de los brazos de la galaxia, en una región donde se están creando
estrellas (técnicamente, una región de formación estelar).
La galaxia ESO 184-G82 se encuentra a 140 millones de años luz
de la Tierra, lejos de la Vía Láctea, pero desde luego no está a
distancias cosmológicas (miles de millones de años luz).