folder Archivado en Misiones espaciales
Despega la sonda Deep Impact
Antonio Sánchez Ibarra

Mira, la estrella cometaNo se trata de la película que en 1998 puso de moda el temor ante la posibilidad de que un cometa se impactara contra la Tierra, pero sí brillará un chispazo de luz en el cielo perceptible en telescopios el próximo 4 de julio a las 06 hrs. UTC, cuando por primera vez, una nave enviada por seres humanos haga contacto con un cometa.

Impacto Profundo (Deep Impact, en inglés), inicia un viaje de millones de kilómetros para tener una cita con el cometa 9P/Tempel 1 el lunes 4 de julio.

Concebida desde 1999 como parte del programa «Misión Descubrimiento» de la agencia espacial americana NASA, Impacto Profundo prácticamente arrancará muchos de los secretos de la naturaleza de los cometas, considerados «cápsulas del tiempo» al contener en su composición y comportamiento, información de la nube donde se formó el Sistema Solar hace cinco mil millones de años.

Lanzada a bordo de un cohete Boeing Delta II, Deep Impact escapa de la atracción gravitacional de la Tierra ubicándose en una órbita alrededor del Sol
calculada para tener su encuentro con el cometa.

Tempel 1

El cometa seleccionado es el Tempel 1, descubierto en 1867 por el astrónomo Ernst Tempel. Es un cometa clasificado como de corto período, ya que completa su órbita alrededor del Sol en sólo cinco años y medio. Recordemos que el célebre Cometa de Halley recorre su órbita en 76 años.

Tal periodicidad de Tempel 1 lo convirtió en el blanco favorable para el encuentro con Deep Impact. Sin embargo, si la nave no hubiese logrado despegar en el tiempo marcado como ventana de lanzamiento, tendría que cambiarse el objetivo y seleccionar otro cometa de corto período.

Tempel 1 no es un cometa brillante y para poder observarlo se requiere de telescopios y conocer su localización precisa en el cielo.

Melenudos celestes

Los cometas son cuerpos con un núcleo relativamente pequeño, que en promedio tiene una longitud de 8 a 12 km., con forma irregular, superficie muy oscura y baja masa. La composición fundamental es polvo y gases. En las lejanías del Sol, los cometas sólo son el núcleo. Sin embargo, cuando se aproximan al Sol, hay reacciones en su superficie por la radiación solar que provocan el desprendimiento del polvo y gases provocando la formación de una envoltura alrededor del núcleo, llamada en la jerga «coma». La coma puede llegar en el máximo de algunos cometas, la dimensión de un millón de kilómetros de diámetro o mayor.

Los gases y polvo de la coma, empujados por el viento solar, se proyectan en dirección contraria al Sol, formando las clásicas colas del cometa que pueden tener decenas de millones de kilómetros de longitud.

La sonda

Impacto Profundo es una sonda automática controlada por radio con la Red de Espacio Profundo de NASA. Durante la travesía de la nave, será vigilada la buena salud de la misma y la operación de todos sus sistemas. Deep Impact es en realidad dos naves: la nave principal dotada de varias cámaras para obtener imágenes y un espectroscopio que permite analizar los componentes observando la luz del cometa y sus reacciones. La segunda parte es el proyectil, acoplado ahora a la nave principal: una cápsula de un metro por un metro y 370 kg. de masa, con su propio sistema de navegación, batería para energía y cámara para imágenes. Su destino: impactar con el cometa.

Impacto artifical

Un día antes de encontrarse con el cometa, la nave principal apuntará hacia el cometa y soltará el impactor que, por su propio sistema de navegación buscará el cometa dirigiéndose hacia él e impactándo en menos de 24 horas.

Por su masa de 370 kg y la velocidad de impacto de 10.2 km/seg, el proyectil producirá una explosión equivalente a 4,8 toneladas de TNT afectando un área del núcleo del cometa próxima a los 6 kilómetros. Se espera que tal choque produzca un cráter con un tamaño mínimo de una casa o tan grande como un estadio de futboll y con una profundidad que puede ir en equivalencia desde dos hasta catorce pisos.

El impacto debe producir una expulsión de polvo, hielo y gases que cuidadosamente serán observados, mientras tanto, por la nave principal,
provista de un escudo para evitar daños en sus instrumentos. Se estima que durante diez minutos, esta nave capte todo el acontecimiento a sólo 500 km de distancia del núcleo del cometa, en la parte del mismo iluminada por el Sol.

La nave principal seguirá su trayectoria pero volteará para ver en alejamiento la parte del núcleo que no es iluminada por el Sol.

Es importante señalar que el impacto a ocurrir en ningún momento provocará una desviación en la trayectoria del cometa o pondrá en peligro a nuestro planeta. No es remoto que en la proximidad de tal evento, pseudo-científicos comiencen a divulgar riesgos para la Tierra con esta acción. La observación del impacto obviamente será desde primera fila por la nave principal de Deep Impact. Sin embargo, también se comienzan a programas decenas de telescopios que, desde la Tierra, observarán el fenómeno.

Cometas: Misterios sin resolver

La secuencia de sucesos durante el impacto permitirá responder muchas de las preguntas existentes sobre los cometas. Se estima que los cometas se desgastan con el tiempo, conforme van perdiendo polvo, gas e hielo en cada aproximación al Sol, al igual que una pastilla de jabón se desgasta con el agua. Sin embargo, la observación de los efectos del impacto permitirá conocer realmente la constitución del núcleo y su densidad, permitiendo así refinar los cálculos.

Entre los telescopios espaciales existentes, el Hubble ya tiene reservado tiempo de observación para el momento del impacto. Toda una red de
telescopios en observatorios terrestres también se están programando para realizar observaciones. Esto incluye a los astrónomos aficionados, que también participarán con pequeños telescopios para intentar percibir cambios en la luminosidad del cometa. Los aficionados interesados en observar el fenómeno pueden encontrar mapas celestes con la posición del cometa.

El experimento del impacto también dejará otra lección: Se ha especulado que ante la amenaza de algún cometa se dirigiera hacia la Tierra, una de las alternativas sería intentar destruirlo. La experiencia del Deep Impact permitirá evaluar esta posibilidad.

Sondas y cometas

La misión Deep Impact será la novena misión espacial automática dirigida hacia un cometa: En 1986 la nave americana ICE se aproximó al cometa 21P/Giacobini-Zinner; el mismo año las naves japonesas Suisei y Sagidake, las rusas Vega 1 y 2 y la europea Giotto se encontraron con el cometa 1P/Halley; en 2002 Deep Space 1 se encontró con el cometa 19P/Borrelly y en enero de 2004, Stardust tuvo un acercamiento al cometa 81P/Wild 2.

La siguiente misión espacial después de Deep Impact es Rosetta, sonda automática de la Agencia Europea del Espacio lanzada el 2 de marzo de 2004. Llegará al cometa Churyumov-Gerassimenko el año 2014 para insertarse en órbita y hacer descender otra pequeña nave sobre el núcleo de ese cometa.

Antonio Sánchez Ibarra es director del Observatorio Carl Sagan

Deep Impact