Nota del Editor: David Morrison trabaja en el Centro Ames de la NASA, estudiando asteroides cercanos a la Tierra. Este artículo, publicado originalmente en NEO News y reproducido con su permiso, aclara las circunstancias concretas del descubrimiento de un asteroide cuya órbita, con muy pocas observaciones, tenía probabilidades no nulas de impactar con la Tierra, a raiz de informaciones incorrectas publicadas en los últimos días.
Impactos: Posibles, pero improbables
Hace una semana, NEO News informó de los eventos del 13 ene 2004, cuando por algunas horas pareció que había una probabilidad significativa de que un asteroide pequeño (30 metros) impactara con la Tierra en las siguientes 36 horas. Al final fue una falsa alarma, pero los astrónomos involucrados están debatiendo qué lecciones se pueden aprender de estos eventos. A grandes rasgos, en el Spaceguard Survey no contemplábamos la posibilidad de descubrimiento de un asteroide pequeño en ruta final de colisión con la Tierra. En realidad, es extremadamente improbable que un evento de ese tipo ocurra. Todo lo que hacemos en la prevención de impactos de asteroide es, a priori, poco probable. Si confiáramos solo en las estadísticas, probablemente haríamos las maletas y nos iríamos a casa, ya que no es probable que suceda ningún impacto durante nuestras vidas. Pero es precisamente la posibilidad de un impacto improbable lo que nos motiva.
Clark Chapman presentó su artículo sobre modelos de impactos, incluyendo una discusión sobre AL00667 en la Conferencia de Protección Planetaria de la AIAA en California el 23 feb 2004. Durante la pasada semana se han generado muchas noticias tanto del encuentro como del artículo de NEO News. Desafortunadamente, tal como expongo a continuación, gran parte de la información publicada era errónea.
Asteroide AL00667: ¿Se pensó llamar a Bush?
El error más serio, repetido historia tras historia, fue la afirmación de que Clark Chapman y yo, u otros astrónomos involucrados, contemplamos telefonear al presidente Bush. Aunque no era cierto, fue la afirmación principal de muchos artículos de prensa, especialmente desde el Reino Unido. Es difícil imaginar que algún periodista pensara sin más que ¡podemos levantar el teléfono y llamar a la Casa Blanca en mitad de la noche! El asunto principal que discutimos fue en qué momento sería apropiado, en caso de ser necesario, que algunos de nosotros (especialmente Don Yeomans, de la Oficina del Programa de NEO del JPL/NASA) notificáramos a los responsables de la Oficina de Ciencias del Espacio, en la sede de la NASA. No teníamos un plan que tuviera en cuenta un caso como este, y existe un consenso general de que debemos reflexionar más sobre este tema.
Una solución sencilla sería no informar ningún caso futuro de posibles impactos calculados con datos de una sola noche, conociendo que son eventos de baja probabilidad. Aparentemente, esta era la filosofía de Brian Marsden en el Minor Planet Center, quien el 13 de enero reemplazó en el web del MPC las efemérides de posible impacto con otras en las que no pasaba cerca de la Tierra, y no como resultado de nuevos datos o recálculo de la órbita, sino en base a que asumía la baja probabilidad de cualquier órbita de impacto. (Al mismo tiempo, los cálculos de órbita en el JPL, confirmadas luego en Helsinki, continuaban mostrando una gran probabilidad formal de impacto, mayor del 10%). Por supuesto, La intuición de Marsden estaba en lo cierto… en esta ocasión.
Denominación
Otro pequeño error en las notas de prensa fue cómo llamar a este objeto. Fuimos cautos y nos referimos a él por su designación temporal como AL006667, pero la mayoría de las noticias lo denominaron 2004 AS1, un nombre que se recibe posteriormente, cuando la verdadera órbita ha sido calculada y confirmada. El 2004 AS1 es un asteroide cercano a la Tierra bastante grande, que pasó a gran distancia y es similar a tantos otros objetos descubiertos por el Spaceguard Survey. La incertidumbre del 13 de enero se debía a un pequeño objeto virtual que podría dirigirse hacia el impacto en 36 horas, una distinción importante. Al final, 2004 AS1 sí es real y AL00667, por fortuna era falso.
Profesionales vs aficionados
Finalmente, hubo alguna información confusa sobre la involucración de astrónomos aficionados, picando en apariencia a los astrónomos profesionales contra los aficionados. Supongo que este conflicto se crea para hacer más interesante la historia. De hecho, la solución del problema del 13 de enero fue posible gracias al excelente trabajo en equipo entre aficionados y profesionales. En particular, Brian Warner observó la región del cielo que el JPL había calculado como lugar donde se encontraría el objeto de estar realmente en trayectoria de colisión. El sistema cooperativo de profesionales y aficionados funcionó muy bien en aquella noche, y lo hace cada noche en la aventura del descubrimiento y seguimiento de asteroides cercanos.
Referencias
- Alerta: asteroide pasa cerca (BBC, en inglés).
- Se nos cae encima otro asteroide.
- Apocalipsis Now.