Clavado. Así se quedó el todoterreno Spirit el jueves 22, mientras su ordenador se reiniciaba periódicamente. Tras la detección del problema, los ingenieros han conseguido que el róver envíe esta fotografía, que muestra la posición en la que se encuentra el brazo robótico.
Problemas de memoria
El equipo del JPL-NASA se puso muy nervioso la semana pasada cuando Spirit dejó de realizar las órdenes enviadas desde Tierra y a enviar datos incoherentes. Se temía lo peor. Con algunos datos de telemetría, se comprobó que el ordenador (un procesador PowerPC a 200 MHz) se reiniciaba de forma extraña, tras cargar el software de control de vuelo necesario para apuntar la antena de alta ganancia a la Tierra. Tras varios días de investigación, se detectó que el problema residía en la memoria no volátil (tipo flash EPROM): ¡estaba llena! El sistema operativo se había atragantado.
El show continúa
Una vez identificado dicho problema, y en vías de solución (es posible que una vez recuperada la mayoría de datos, se reformatee la memoria), los controladores han comenzado a enviar órdenes para continuar con la misión científica en paralelo a la total recuperación.
Ayer se le ordenaba obtener imágenes de las rocas a su alrededor con la cámara panorámica y enviar los datos del análisis de la roca Adirondack realizados por el brazo robótico justo antes de la indisposición. Junto a estas líneas puede verse la primera imagen microscópica de una roca (Adirondack) obtenida desde otro planeta.
Según los científicos del equipo de los Mars Rovers, los análisis realizados por el brazo robótico mediante el espectrómetro Mössbauer indican que la roca es de olivina, un basalto de origen volcánico.
Mientras tanto, su gemela Opportunity está preparada para el asalto a Meridini Planum.