24 horas de Leónidas
Observadores de todo el mundo pudieron disfrutar de una maravillosa noche de estrellas fugaces la madrugada del sábado al domingo 18 de noviembre.
En España, la noche no estuvo demasiado activa como habíamos advertido (en comparación con otros años), pero al final de la noche la actividad se incrementó notablemente: la Tierra comenzó a cruzar el material expulsado por el cometa Tempel-Tuttle en 1766. Desde sudamérica, también pudieron observarse bastantes leónidas, aunque las mejores condiciones fueron para los americanos del centro y norte del continente.
Desde Australia, los expedicionarios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la asociación científica Shelios informaron disfrutar de una maravillosa noche.
Curva preliminar de actividad
La Organización Internacional de Meteoros (IMO) acaba de publicar los datos preliminares de la actividad de las Leónidas, basados en los registros de 38 observadores de todo el mundo.
Según IMO, «el pico más fuerte se observó alrededor de las
18:20 TU, bien situado para los observadores del Este de Asia y Australia. La actividad durante este pico alcanzó más de 2800 meteoros por hora».
Sobre el primer pico, previsto para las 10:00 TU, «la actividad estimada estuvo entre los 1000 y 1500 meteoros por hora. Sin embargo, aún no nos han llegado datos suficientes de éste, especialmente después de las 11h TU».
Predicciones
Si comparamos las gráficas de predicciones con la de actividad preliminar de IMO, se comprueba una concordancia general entorno a las horas de los máximos. Sin embargo, un año más vuelven a fallar todas las predicciones de actividad.
Los modelos que más se han acercado han sido los de Fladern & Lyytinen y Asher & McNaught. Concretamente, el de David Asher y Robert McNaught consiguen un buen acercamiento a la actividad del primer pico con una THZ prevista de 800 met/h. Sin embargo, en el segundo tanto este grupo como el de Lyytinen estimaron al menos el triple de actividad que la observada.
El modelo que parece descartado es el de Brown & Cooke, mientras que el de Peter Jenniskens no se ajusta a la curva general (aunque la actividad que predijo para el segundo pico es la que más se ha acercado a la realidad).
La conclusión, también preliminar hasta que IMO recoja todos los datos y los analice, es que los teóricos tendrán que volver a revisar sus modelos en vista de los resultados.