Nosotros, habitantes del planeta Tierra, conocemos cómo es nuestro entorno inmediato y con esa maravillosa herramienta que es la ciencia y no sin múltiples deducciones, creemos saber incluso cómo es el interior de nuestro planeta y de otros cuerpos del Sistema Solar. Pero, ¿podemos conocer cómo, cuándo y a partir de qué se formo la Tierra y los otros cuerpos de nuestro sistema planetario?. El próximo día 3 de julio se inaugura la exposición Meteoritos: fragmentos de otros mundos en el Planetari de Castelló, Paseo Marítimo nº 1, Grau de Castelló que ha sido patrocinada por el Ayuntamiento de Castellón y que permanecerá abierta hasta finales de diciembre. En esta exposición el visitante tiene la oportunidad de deleitarse con los distintos tipos de meteoritos que en ella se exhiben y darse cuenta del gran valor científico de estas rocas que provienen del espacio.
Cuarenta piezas excepcionales
Los cuarenta meteoritos que completan la muestra pertenecen a la colección particular de José Vicente Casado, un apasionado de la naturaleza que los ha recopilado a lo largo de los años. Uno de ellos es un impresionante meteorito metálico de 67 kilogramos que está preparado para que el público pueda tocar, aunque sea realmente incapaz de moverlo. Es la primera vez que un meteorito de tales características se puede contemplar en Castellón, un auténtico fragmento del núcleo de un asteroide caído en Gran Chaco (Argentina). Otras piezas excepcionales proceden de Argelia, Chile, China, Estados Unidos, India, Libia, Marruecos, México, Namibia y de la República Checa. Asimismo, la exposición se complementa con paneles explicativos e impresionantes fotografías de grandes bólidos, fenómeno luminoso que producen los meteoritos al entrar en la atmósfera. Todos ellos han sido elaborados por los investigadores. Jordi Llorca Piqué de la Universidad de Barcelona y Josep Maria Trigo Rodríguez de la Universidad Jaume I, especialistas que cuentan ya con varios libros publicados sobre estas materias.
Los meteoritos son unas rocas muy especiales, ya que contienen asociaciones de minerales muy particulares. A título de ejemplo, los meteoritos más antiguos que se conocen, las condritas carbonáceas, tienen más de cuatro mil seiscientos millones de años y, lo que es más importante, han mantenido intactas bastantes de sus características primigenias. Son por tanto mucho más antiguos que cualquier roca de nuestro entorno. En ellos se han encontrado restos de estrellas más antiguas que el mismo Sol e incluso moléculas orgánicas, tales como aminoácidos y bases nitrogenadas, componentes esenciales de las proteínas y ácidos nucleicos, respectivamente. Estas moléculas orgánicas se formaron en el espacio y quién sabe si tuvieron relación con el origen de la vida en la Tierra. Otro tipo de meteoritos rocosos, las condritas ordinarias, representa la mayoría de los meteoritos que a diario alcanzan nuestro planeta. También se trata de meteoritos primitivos y se cree que los planetas y otros cuerpos del sistema solar se formaron principalmente a partir de la agregación de estos cuerpos fruto de su atracción gravitatoria mútua, aunque posteriormente sufrirían en ellos alteraciones físico-químicas sometidos a altas presiones y temperaturas o a la desintegración radioactiva de sus componentes.
Meteoritos lunares y marcianos
Posiblemente, la alteración de las condritas dio lugar a los otros tipos de meteoritos que conocemos. Así, las acondritas son rocas ígneas parecidas a las terrestres que se originaron por procesos geológicos en asteroides grandes, como el asteroide Vesta, de más de 500 km de diámetro. Los meteoritos que provienen de la Luna y Marte son acondritas. De hecho, ¡nos llegaron rocas de la Luna y Marte como meteoritos mucho antes que el ser humano pusiera pie en la Luna!
Los meteoritos metálicos, sin duda los más populares por su apariencia particular pero de los menos abundantes, son testimonios de la redistribución de los elementos químicos en asteroides grandes, donde tuvieron lugar procesos de fusión parecidos a los que originaron el núcleo de nuestro planeta. En definitiva, los meteoritos son auténticas ventanas al pasado de nuestra historia, poder ver juntos a los distintos tipos, tocar un trozo de nuestro pasado más remoto y a la vez aprender algo de lo que estas rocas pueden contarnos sobre nuestro origen en el Cosmos bien merece una visita a esta exposición.
Más información
- Novedades de la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos.
- Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos.