Vini, vidi, vinci
El Hale-Bopp ha sido uno de los cometas más brillantes de las ultimas dos décadas. Fue descubierto la noche del 24 de julio de 1995, cuando dos astrónomos aficionados de EEUU, Alan Hale y Thomas Bopp, notificaban a la oficina central de telegramas de la Unión Astronómica Internacional el avistamiento de un objeto cometario de magnitud cercana a la magnitud 10,5 en las cercanías del cúmulo globular M70. El C/1995 O1 (su designación oficial) se encontraba en ese entonces a mil millones de kilómetros de la Tierra, más allá de Júpiter ¡pero observable con un simple telescopio de aficionado!
El apogeo del Hale-Bopp llegó dos años más tarde, durante los meses de marzo-abril de 1997, con una gran cola y brillo, siendo observado a simple vista por millones de personas en todo el mundo. A partir de entonces inició su retorno a los confines del Sistema Solar.
El Hale-Bopp ahora
Seis años despues del descubrimiento, el Observatorio Austral Europeo (ESO) ha utilizado su telescopio de 2,2 metros situado en La Silla (Chile) para observar el estado del cometa. A 13 Unidades Astronómicas de la Tierra (1 UA = distancia Tierra-Sol), a medio camino entre las orbitas de Saturno y Urano, el Hale-Bopp aún muestra una actividad apreciable, algo inusual en los cometas debido a la escasa energía solar que le llega.
En la imagen que mostramos se puede observar un chorro consistente en polvo y gas escapando del núcleo (estimado en unos 50 km de diámetro).
Con un telescopio de apertura moderada aún se puede observar al Hale-Bopp, que brilla con magnitud 14,5, aunque es mas fácil como blanco de una cámara digital (CCD).